Naoto en Devil May Cry

Sentado en mi silla y con los pies en mi escritorio, veo que una chica entra en mi agencia:

Quien eres preciosa??

le pregunto a la chica que acaba de entrar

[OFF: La Naoto con la que roleo tiene personalidad diferente a la del juego o.oUu XD]

Entro al lugar con algo de curiosidad... Nunca había pensado que me involucraría en cosas como estas dentro de mi carrera de investigación. Un muchacho me saluda desde su escritorio... me parecía conocerlo de algún sitio.

- Soy Naoto Shirogane, señor. Es un placer... - respondo aún sin recordar de dónde se me hacía familiar su rostro.

Me acerco un par de pasos, aún observando el sitio con inquietud.

Viendola de cerca, se notaba que era una chica:

Naoto Shirogane, el principe detective; te llaman asi pero en realidad eres una chica. Encantado, soy Dante, el hijo del demonio Sparda. Dime, que asunto te trae a mi agencia?

Me sorprendí al ver lo que sabía.

- Ah... - me quedé en silencio un rato, intentando recordar por qué había ido allí -. ... Pues... En realidad... Buscaba un trabajo... Pregunté a algunas personas sobre agencias que se dedicaran a la investigación y me sugirieron esta... [xD] - respondí, aunque el lugar me hacía sentir algo extraño... no parecía ser muy común.

Sonriendole:

Si lo que buscas es trabajo, vienes al lugar correcto; esta es la unica agencia de investigacion que hay aqui; y aceptamos todo tipo de trabajo que tenga que ver con investigacion. Si quieres trabajr, deberas vivir aqui; eso es aceptable para ti?

Miro a los alrededores... ¿Vivir aquí? Bajo la vista a mi maleta, que aún traía conmigo ya que no había conseguido un lugar en el cual establecerme.

Aunque el sitio me parecía algo extraño, decidí aceptar la oferta:

- ...Me parece bien - respondí torpemente.

Me pregunté sobre las reglas del lugar, qué debería hacer, y todo aquello... mas me dolía ya la cabeza debido a que no había descansado desde que llegué a la ciudad.

Dandole una llave:

esa es la llave de tu habitacion, tiene televisor, guardaropa, una cama lista para ti y un miniequipo de audio.Debo pedirte que no toques las armas y las esculturas, por que tienen demonios sellados. Cuando termines de empacar vuelve aqui; de acuerdo?

Tomo la llave con algo de miedo. ¿Demonios sellados dijo? Creo que me metí en el lugar equivocado... Sin embargo, será interesante...

- Entendido - respondí dándome la vuelta para salir...pero recordé algo y volví a girarme para ver al joven -. Esto... ¿Cómo llego a la habitación? - pregunté sonrojándome un poco ante mi acción.

Señalandole con el dedo:

Es esa puerte que tienes al lado, no te preocupes; a diferencia de esta sala; tu habitacion es normal.

Suspiré algo relajada.

- Gracias - agradecí y fui hasta la habitación que me había asignado.

Metí la llave en la cerradura y entré al lugar. Era muy reconfortante y apetecible. Dejé mi maleta allí y desempaqué rápidamente, ya que no llevaba muchas cosas.

Salí de allí unos minutos después, volviendo a la sala donde se encontraba Dante.

- Ya he acabado con todo - anuncié -. Es usted muy amable al aceptarme aquí, joven Dante - le dije sonriendo.

Sonriendole:

Jejeje, no hace falta que seas tan formal; ahora eres mi compañera, asi que si nesesitas algo solo pidemelo; por cierto, tienes hambre?^^

Le sonrío. Parecía una persona muy amable.

- No, gracias - dije, negando levemente -. No soy una persona con gran apetito... Ya he almorzado - señalé.

Me acomodé el gorro y puse las manos en la cintura.

- Por cierto... Me gustaría preguntarle qué clase de trabajos debería comenzar a hacer...

Ofreciendole algo de beber:

No te preocupes, ya tengo un trabajo que debemos realizar; pero lo haremos por la noche. Dime, tienes un arma verdad? me dejarias verla?

Niego la oferta de la bebida levemente.

- Gracias - agradecí en rechazo -. Y... mis armas... bueno...

Tomé mi bolso de mano, el cual hacía ruidos metálicos y lo abrí, enseñándole los revólver y pistolas que había coleccionado durante toda mi vida.

- Pues... estas son...

Viendo las armas de naoto:

Ya veo, son de muy buena calidad. Pero de ahora en adelante usaras estas balas para tus armas. Son balas de 13mm con centro explosivo, cascillos hechos de plata macedonica, polvora NNA9 de Marvell y las puntas tienen mercurio bendecido.

Me sorprendo al verlas.

- Whoa. Genial... - digo, aceptándolas -. Son excelentes... gracias - le agradezco con una sonrisa.

Empiezo a buscar dentro del bolso cuál de todas mis armas sería la mejor para aquellas municiones.

Viendo que estaba buscando un arma para las balas que le di:

si no tienes un arma que encaje con esas balas, puedo darte una que yo mismo diseñe, que dices??

Le miro con curiosidad.

- ¿Un diseño original? Vaya... Sería genial... Aunque... Debe de ser muy costosa... - respondí, sobándome la nuca -. De todos modos, me gustaría verla, si no es molestia - añadí sonriéndole.

Dejé de buscar en el bolso y lo cerré.

Dandole el arma en sus manos:

Aqui tienes, pistola antimonstruos Tempest, cargador de 16 balas; longitud de 39 centimetros y pesa solo 2 kilos. Solo tu podras usar esta arma de ahora en adelante.

La observo cuidadosamente, rosándola con los dedos y moviéndola sin tanta dificultad a pesar del peso. Le hice girar por el gatillo varias veces y la probé en un par de posiciones.

- Vaya... es perfecta - dije sorprendida -. ¿Cuánto es el precio? - inquirí pensando en cuánto dinero llevaría ahorrado.

Me acerce a ella: y la bese lentamente en los labios y le dije:

Pues considera ese beso como parte del pago, luego tu decidiras como pagarme; asi que puedes quedartela, ya es tuya.

Me puse completamente colorada, tanto que me ardía todo el rostro. Puse las manos en sus hombros, ayudando a alejarme.

- ¿Q--...Qué es lo que...? - pregunté aún confundida, sin bajar los brazos.

Me tomé unos segundos para buscarle el sentido a lo que me había dicho Dante.

- D-De acuerdo... Ya me las arreglaré para pagarla - susurré, acomodándome la gorra para ocultar mi cara.

¿Qué rayos había sucedido sólo hace unos momentos?, me pregunté, llevándome inconcientemente una mano a los labios.

Viendola ahi quieta:

que sucede naoto? el beso no te gusto?

Me le acerco y le digo:

sabes..si quieres puedes pagarme ahora

Le miro con curiosidad.

- El b-b-beso...no...no lo sé - susurré lentamente.

Sacudí levemente la cabeza en un vago intento de ocultar mi verguenza. Volví sobre sus palabras.

- Claro... sólo dime el precio - dije, volviendo a pensar en cuánto dinero llevaba conmigo.

Sonriendole:

Tienes dos opciones, puede pagarme 50.000 dolares o..puedes pagarme con tu cuerpo